La singularidad como punto de partida ineludible
Ya desde los inicios, y con un largo recorrido teórico en medio, Freud plantea que la transferencia es un elemento fundamental del dispositivo analítico y, lejos de erradicarla, la asume por completo. Entonces, hay pensar que el psicoanálisis no es una clínica individual, un dispositivo de observación desde el cual se busca definir categorías objetivables; sino que es una clínica en transferencia. ¿Qué quiere decir esto? A grandes rasgos: la clínica psicoanalítica supone siempre a dos personas, es decir que es un lazo social.
Es así que la clínica supone una experiencia: el pasaje por la experiencia subjetiva de cada cual a partir de la demanda de ayuda profesional que nos convoca. Cuando un sujeto viene a consultarnos, lo que nos trae son “versiones de”, es decir, que son posiciones del sujeto ante lo que le rodea y, la versión que el sujeto tiene de aquello es lo que le trae sufrimiento.
