M-Other
El malestar que no tiene nombre.
Propongo una reflexión por los vericuetos de la feminidad. Camino nunca fácil por cierto, con la propuesta de poder optar a ser madre, y/o poder ser Otra, implicando así, el ser mujer.A partir de los desarrollos del psicoanálisis de orientación lacaniana sabemos que la posición femenina implica ambas funciones o sólo una y nos encontramos así, con sus efectos.
Jacques Lacan, tomando los desarrollos de Jenny Aubry, lo dijo: un niño, colma o divide (1). Si colma: se es toda-madre. Si divide, deja lugar también a que aparezca la mujer. Así, tenemos las siguientes variantes:– ser madre (en relación al hijo).
– ser mujer (en relación al hombre o a otra mujer).