Tendiendo puentes entre el psicoanálisis y la ciudad

Archiv para mayo, 2018

Lo Unheimlich en el síndrome de Capgras

Introducción.

En este texto me propongo articular el fenómeno del sosias descrito por Capgras en 1923, y acuñado en honor a su descubridor con el nombre de síndrome de Capgras, con el texto de Freud Das Unheimliche (1919). Para ello, nos apoyaremos a su vez en el comentario que Lacan realiza en El seminario X, La angustia (1962-63) y en los planteamientos sobre la psicosis que Jean-Claude Maleval expone, siguiendo la enseñanza de Lacan, en su libro La forclusión del Nombre del Padre (2002).


El síndrome de Capgras.

El síndrome de Capgras recibe su nombre del psiquiatra francés Joseph Capgras que lo describió en su libro L’illusion des sosies (1923). En él, Capgras define una ilusión que consiste en creer que una persona allegada ha sido sustituida o reemplazada por otra persona, que es físicamente idéntica y que asume los roles y los comportamientos de las personas que sustituyen.

magritte color

Segueix llegint Sense comentaris

El reino del Gran Inquisidor

Una reflexión antipsiquiátrica a partir del caso de Pierre Rivière.

J. W. Montoya (2006), en su texto sobre Pierre Rivière, señala que cuando éste confesó por escrito el asesinato múltiple de sus familiares ante los tribunales, indicó que mató a su madre para liberar a su padre de ella. Según el homicida, su padre era un ser atormentado por su madre. Del mismo modo, asesinó a su hermana pues, según él, seguía el mismo camino que su madre. Y  también a su pequeño hermano, para con el asesinato de éste llegar a ser odiado por su padre, y así liberarlo de toda culpa por la muerte de su hijo: en efecto, Pierre Rivière pensaba ser sentenciado a muerte por haber cometido esos crímenes.

Rivière elucubra que realiza el acto de quitarle la angustia a su padre al confesar el verdadero motivo de su crimen: liberarle de una mala mujer y de sus hijos. Ahora bien, la justicia se ve impelida a construir el móvil del crimen para liberarlo de la absurdidad en que había caído. Un hecho tan execrable no podía ser atribuido al mero impulso irracional, a un ataque de frenesí momentáneo. De ser así, la justicia quedaría burlada.

Inocencio-X-de-Bacon

Segueix llegint Sense comentaris

Todos los derechos: Tacte Barcelona - info@tactebarcelona.com - Hecho en Verse

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí’.