Lo imposible de la educación
“Éramos sus cuentistas y nos hemos convertido en sus contables” (1)
“Y hasta pareciera que analizar sería la tercera de aquellas profesiones imposibles en que se puede dar anticipadamente por cierta la insuficiencia del resultado. Las otras dos, ya de antiguo consabidas, son el educar y el gobernar”. Sigmund Freud, Análisis terminable e interminable.
Si ahora me diera por hacer carrera política -es un buen momento, surgen movimientos y partidos que apuestan por recuperar la democracia desde las bases- completaría las profesiones imposibles a las que se refería Freud en 1937. Pero el destino, y sus contingencias, hizo que me topara primero con la educación, y después con el psicoanálisis, prácticas profundamente subversivas y suficientemente políticas como para dedicarme, por lo menos de momento, sólo a ellas.